Aunque no ha durado demasiado, desde luego, se ha liado bastante con Apple y sus iPhone. Contextualizando, durante unas horas, cuando alguien decía “racista” al usar el dictado por voz, el móvil lo escribía como “Trump”.

Todo comenzó cuando unos usuarios de TikTok subieron vídeos mostrando este error. Como era de esperar, se hizo viral en cuestión de minutos y medios como BBC, New York Times y CNN lo comprobaron y, efectivamente, pasaba en todos los iPhone.

Apple salió rápido a dar explicaciones. Dijeron que era un “problema con el modelo de reconocimiento de voz” y que lo arreglarían pronto. Según ellos, se debía a una “superposición fonética” entre las palabras. Sin embargo, y siendo sinceros, “racista” y “Trump” no se parecen mucho.

Ya son varios los expertos que han salido a hablar del tema y lo cierto es que todo esto lo consideran bastante inverosímil e incluso un ex empleado de Apple que trabajó en Siri dejó entrever que podría ser una “broma pesada” de alguien dentro de la empresa.

Apple la lía con Trump: cuando los iPhone confunden “racista” con el nombre del presidente

Lo más llamativo es que esto pasa justo cuando Apple está intentando llevarse bien con Donald Trump. El Presidente anunció un macroproyecto millonario con nombre Stargate y se trata de una colaboración entre el gobierno y empresas como OpenAI, Microsoft y Nvidia para desarrollar inteligencia artificial. Apple quiere participar en esto, pero este pequeño problema podría complicar las cosas.

Desde luego, no es la mejor manera de ganarse el favor del presidente y este error del iPhone los está dejando en mal lugar. Pese a que todo ya está solucionado, el daño está hecho. Las redes sociales están llenas de memes y bromas sobre el tema, y seguro que a Trump no le ha hecho demasiada gracia.

En cuanto a este proyecto, flanqueado por los CEO de OpenAI, Oracle y SoftBank en la Sala Roosevelt a finales de enero de 2025, Trump describió Stargate como “el proyecto de infraestructura de IA más grande de la historia”. Esta iniciativa tiene como objetivo construir una red masiva de centros de datos por todo Estados Unidos, comenzando con un colosal complejo de 300.000 metros cuadrados en Texas.

Las empresas se han comprometido una inversión inicial de 100 millones de dólares, con planes de escalar hasta 500.000 millones de dólares en los próximos cuatro años. Lo cierto es que desde las elecciones de noviembre, empresas como Google, Microsoft, Meta, Amazon y Apple han comenzado a acercarse al nuevo presidente de una forma bastante sospechosa y muy poco genuina. 

Las grandes tecnológicas han sabido ver las orejas al lobo y reconocer que el control regulatorio es más importante que nunca. Con la llegada de Trump, hay una percepción general de que las regulaciones antimonopolio podrían ser moduladas o incluso eliminadas. Esto es música para los oídos de estas empresas.

Además, la competencia global es otro factor clave. Todas estas compañías, y otras tantas, están en una carrera constante por mantener su liderazgo frente a potencias como China. En pocas palabras, un gobierno a su favor puede ofrecer un entorno menos hostil y más libre para la innovación y el crecimiento.

En el caso de Apple, siempre cautelosa con lo que hace, envió a su CEO, Tim Cook, como embajador ante la administración Trump, precisamente en enero. Aquí se puede hablar más de una señal de respeto, aunque claramente tiene grandes temas en la mesa como la privacidad y la regulación que seguramente querrán conversar.

Con este incidente, queda claro que ahora a los de Cupertino les toca agachar la cabeza. Tendrán que convencer a Trump de que fue un error inocente y que siguen comprometidos con mantener esas buenas relaciones que se llevan labrando desde finales de 2024. Por supuesto, y al mismo tiempo, también deberán calmar a los usuarios que están preocupados por posibles sesgos en el reconocimiento de voz de los iPhone.

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Etiquetas: Smartphones, Estados Unidos, iPhone