Reseña Pandora Hearts (Norma Editorial)
Teknalix febrero 2, 2023 No hay comentarios
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Pandora Hearts
«Cuando miras fijamente al abismo, este te devuelve la mirada» F. Nietzsche.
Se cumplen 15 años de su estreno en Japón, 10 desde que llegara a España de la mano de Norma Editorial, y, aun con el paso del tiempo, Pandora Hearts sigue siendo una obra más que disfrutable. Un manga lleno de giros de guión, personajes carismáticos y un mundo estructurado con sus propias reglas que no dejará indiferente a nadie.
Corte, porte y elegancia
«Tu crimen es tu mismísima existencia». Esa es la condena con la que Oz Vessalius el heredero de una de las cuatro principales casas ducales del país será juzgado. El joven noble lleva una vida de lujos, lo esperable a alguien para una persona de su clase social. Sus días se basan en educarse como persona, divertirse con su hermana pequeña Ada y, siempre que puede, chinchar a su mejor amigo y sirviente Gilbert. Es un buen niño, no da problemas, y todo el mundo le adora. Bueno, todo el mundo no. Su padre, Xai, el duque, siempre le ha despreciado. Nunca le ha mirado a la cara ni le ha tratado como persona. Por ello, fue su tío Oscar el encargado de criar al trío de niños.
El tiempo pasaba, y los críos dejaban de serlo. Oz estaba a punto de cumplir los quince años, y con ello, su mayoría de edad. Todo estaba ya perfectamente planificado, la ceremonia lista, los invitados preparados. ¿Qué importaba si su padre no quería asistir? No es como si pudiera basar su vida en el odio sin sentido que su progenitor le procesaba. Todo saldría perfecto. O, al menos, así tenía que haber sido.
© 2006 Jun Mochizuki / SQUARE ENIX CO., LTD. All Rights Reserved
Justo al terminar la celebración, cuando Oz estaba a punto de jurar, de repente, el reloj que no había sonado en más de un centenario volvió a rugir. Y, como si de una señal de aviso se tratase, en medio de la sala apareció un grupo de personas encapuchadas y una misteriosa joven. Los primeros condenaron al joven duque por un crimen que no recordaba haber cometido. La muchacha, por su parte, intentó, aunque sin éxito, detenerles.
Así, lo que parecía un acto más de la nobleza acabó convirtiéndose en el encarcelamiento de Oz Vessalius en el Abismo, un submundo convertido en prisión infinita. Para poder escapar, necesitará la ayuda de la joven llamada Alice. La muchacha no es humana, es una “cadena” un ser que habita en el Abismo. Mediante su unión, El duque y la cadena, conocida por las malas lenguas como Black Rabbit consiguen escapar al mundo real de nuevo. Pero, las cosas han cambiado. El mundo como lo conocían ha seguido avanzando mientras ellos se quedaron anclados en el Abismo.
Ahora, 10 años después, Oz, junto a Alice, intentarán entender todos los misterios que rodean al mundo donde viven. ¿Cuál fue el crimen que cometió Oz? ¿Quién es realmente Alice? ¿Y el Abismo? ¿Qué ha pasado durante estos últimos diez años? Todo son incógnitas y misterios a resolver.
Lo que pasó, pasó
¿Qué pasa si os digo que lo que os acabo de contar no es ni la mitad del primer tomo? Sí, es una completa locura, lo sé. La obra a la que «nos enfrentamos» también lo es. No quiero dar más detalles de la cuenta para no arruinaros la experiencia de conocer Pandora por primera vez. Y es que, si hay algo de lo que este manga se puede sentir especialmente orgulloso es de todos los giros de guión que ofrece. Nada es lo que parece. Y cuando lo es, da una vuelta más. Pero, aunque pueda ser un poco liosa, todo tiene un sentido, un porqué. Por ejemplo, el hecho de que el reloj que marca el comienzo del “juicio” de Oz llevase cien años sin sonar es sumamente importante para la trama. Y hasta ahí puedo leer en ese aspecto.
© 2006 Jun Mochizuki / SQUARE ENIX CO., LTD. All Rights Reserved
Al fin y al cabo se debe de tener en cuenta un aspecto muy importante. La obra se concibió como de media/larga duración. De hecho, finalizó con 24 tomos en total. Eso le permitió a la autora, Jun Mochizuki, extender el universo de su creación en todos los sentidos. Ya no solo a nivel de mundos, entre los que se encuentran el “terrenal” (10 años tras la celebración de la mayoría de edad de Oz) y el Abismo, sino que también hay una gran cantidad de personajes.
Desde el grupo de protagonistas, a sus familias, las diferentes casas nobles y todo el personal de servidumbre que, no solo es representado, sino que juega un papel fundamental en el desarrollo de la trama, podemos llegar a contar con una plantilla de alrededor de 100 personajes. Por obvias razones de peso, algunos personajes estarán mucho más detallados a nivel psicológico que otros, pero, aún así, ninguno de ellos es plano. En una obra con tantos saltos y un elenco tan extenso, las personalidades de estos deben de estar muy marcadas para que no caigan en el olvido ni agobiar al lector. Mochizuki, en este sentido, se corona.
Sin contrato
Uno de los mayores puntos de interés de la obra son las reglas que rigen su mundo. Al igual que comentaba anteriormente, el mundo terrenal que los personajes habitan se entrelaza con el Abismo. Este último es una dimensión de locura, donde todo supone un peligro constante de una u otra manera. Al fin y al cabo no es más que una “cárcel”, el mayor de los destierros posibles.
El Abismo, en su inmensidad, cambia por completo las normas. Desde el paso del tiempo (Oz y Alice apenas estuvieron un rato en comparación con los diez años del mundo, llamémosle, real) a la forma en el que se estructura. Aunque de este punto me abstengo de hablar más de la cuenta. De lo que sí que podemos centrarnos es del funcionamiento de las Cadenas, los seres que habitan esta realidad onírica.
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Las Cadenas están intrínsecamente relacionadas con el poder que rebosa el universo donde han nacido. Son seres con poderes sobrenaturales, y dependiendo de la naturaleza de estos, sus poderes variarán. Sin embargo, estas son incapaces de escapar, por ello necesitan de un contrato con un humano. Estos, que pueden o no ser legales, mediante un pacto de sangre podrán enlazarse a su contratador y, así escapar al mundo terrenal.
El humano obtiene el poder de la Cadena y la Cadena la libertad. Una buena relación simbiótica donde el uno se apoya al otro ¿no? Pues no. Más que la sinergia que se crea entre ambas partes, se trata de una pelea constante en la que uno se aprovecha del otro. Y en la que la Cadena tiene todas las de ganar. En un contrato ilegal, el contratista prácticamente entrega su propia vida. La Cadena permitirá al humano usar sus poderes hasta un cierto periodo de tiempo. Poco a poco, el ser del Abismo irá teniendo más sintonía con su contratista hasta que la voluntad de este desaparezca. Sin duda, las Cadenas, aunque útiles, son un arma de doble filo a tener más que en cuenta.
Princesa de mi cuento
Pandora Hearts es una obra llena hasta la bandera de referencias a la literatura europea del siglo XIX. Prueba de ello son la estructura social, la arquitectura y las corrientes literarias y artísticas plasmadas en todas y cada una de las páginas de la obra de manera indirecta o claramente apreciable.
El primer ejemplo, y el más claro de ello, es la influencia que la obra de Lewis Carroll presenta. Tanto Alicia en el País de las Maravillas, como su continuación, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, son dos de los pilares fundamentales de la trama. Ya no solo por el sentido de los dos mundos, especialmente relacionado con la segunda obra de Carroll, sino en el nombre de los personajes y sus personalidades. Aunque, es importante destacar que, en relación al universo de Alicia, solo son las Cadenas las que toman sus nombres de la obra. Al fin y al cabo el propio Abismo es el País de las Maravillas en todo su esplendor y la locura más enfermiza.
El ejemplo más claro en este sentido que se puede apreciar desde el minuto cero es el personaje de Alice, y su forma de Cadena: Black Rabbit. Alice se presenta como una joven que, sin recordar nada, está atrapada en el Abismo ¿os suena eso de algo? Y, conforme vayan sucediéndose los tomos, aparecerán El Sombrerero Loco o el Gato de Cheshire entre otros.
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Del mismo modo que las Cadenas obtienen sus nombres del imaginario de Lewis Carroll, las casas nobles también se inspiran en obras literarias. En este caso, no es solo una única obra, sino que toma referencias de grandes clásicos de la literatura de la época. Prueba de ello, el nombre de Oz, tomado de El maravilloso mago de Oz obra de Lyman Frank Baum o el apellido Baskerville de la obra Arthur Conan Doyle, El sabueso de los Baskerville. A destacar que, a diferencia del resto de los autores, Baum era norteamericano. Finalmente, la obra se corona con el mito de Pandora. Al fin y al cabo, de este toma su nombre el manga.
Más allá de los personajes, el ambiente en el que se rodea también sentimiento de romanticismo y postromanticismo de la época. El simbolismo marcado en todas y cada unas de las facetas de los personajes, o incluso ese sentimentalismo que les incita a actuar es una más de las facetas del siglo XIX. Dentro de la propia política que se mueve en la obra se aprecian, no tan sutilmente como uno podría pensarse, los ideales de Rousseau, la revolución contra el sistema establecido. No, Pandora Hearts no es una Revolución francesa, pero sí la búsqueda constante de libertad e independencia.
Cosa guapa
Cambiemos ahora de plano para centrarnos en el dibujo. Jun Mochizuki tiene un dibujo preciosista como pocos. De hecho, si tuviera, por poner un ejemplo, que comparar su pluma con la de otra autora, sería con Yana Toboso. De hecho ambas son compañeras de revista en la Gfantasy, pero de eso hablaré más adelante. Los diseños de Mochizuki son preciosistas, de trazo limpio y fino en los momentos más delicados; y duro, grueso y potente cuando la situación lo amerita. Los humanos siguen una clarísima referencia del estilo bishonen. Cuerpos estilizados, caras que, aunque masculinas, sí que muestran facciones suaves, y el aire noble que, como no podría ser de otra manera, desprenden en todas y cada una de sus páginas.
Y, por su parte, los monstruos del Abismo y las Cadenas siguen una estética completamente diferente. Estos dejan de lado esa estética de lujo para mostrar la máxima locura. La finura de las líneas pasa a ser mucho más sucia, más irracional. Al igual que sus acciones, en sus ojos se puede apreciar el frenesí de sus acciones. Todo cambia completamente de sentido.
© 2006 Jun Mochizuki / SQUARE ENIX CO., LTD. All Rights Reserved
Como si del ying y el yang se tratasen, se muestran completamente diferenciados y opuestos entre sí. Y, es ese antagonismo lo que consigue hacer llegar al lector el sentimiento que la obra intenta transmitir. Lo mismo ocurre con los mundos y su ambientación. El del Abismo sigue esa dinámica de locura, lleno de peluches y juegos que no son tan amables como deberían, frente al mundo real, mucho más cercano a un estilo victoriano.
Finalmente, el aspecto técnico de la obra también amerita una muy importante mención el desarrollo de la artista. Mochizuki comenzó a publicar su obra en 2006 y la terminaría en 2015. Fueron nueve años y 24 tomos en total. Es más que obvia la evolución de la calidad artística de la obra. No, no era mala en sus comienzos, ni mucho menos. Pero sí que es cierto que, con el paso del tiempo, aquellas líneas que, de por sí eran finas se han ido perfeccionando, y la locura ha estallado por completo.
En las obras actuales, lo normal es que una obra no se prolongue tanto en el tiempo, y, en cierto modo, se ha perdido esa constante evolución a la que los lectores estábamos acostumbrados a ver en los mangakas. Poder gozar de este tipo de detalles que pasan sin que nos demos cuenta es algo que no valoramos lo suficiente.
Bad bunny
Una obra que se mantiene en publicación durante casi una década no es de extrañar que acabe, antes o temprano, consiguiendo ser adaptada al anime. Y Pandora Hearts no fue menos. Así, tres años después de su estreno, el manga consiguió una serie animada. Entre abril y septiembre del 2009, se emitió el anime de Xebec.
En términos generales, no, no es una mala adaptación. Tiene la calidad de la época, pero la banda sonora y el elenco de actores le dan un plus más que interesante. Hasta el capítulo 23. Ahí, sinceramente, no hay por donde pillar a la obra. Ocurrió lo que tenía que ocurrir. El anime pilló al manga y había que ponerle un final. ¿Un buen final? Dejémoslo en un final. Pero si me preguntan, el anime tiene un total de 22 capítulos, los tres últimos, como Los Serrano, un sueño (aunque más pesadilla).
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La obra también contó con dos novelas ligeras basadas en las relaciones entre los personajes así como un libro de ilustraciones. Actualmente, celebrando su décimo quinto aniversario, Jun Muchizuki ha publicado en su cuenta de Twitter diferentes ilustraciones. En Japón,por su parte, incluso se ha abierto un café especial para la obra donde puede obtenerse merchandising especial.
Fantasías
Detrás de toda buena obra hay un gran artista detrás, y prueba de ello es Jun Mochizuki. Y es que, para la autora, el arte ha sido uno de los pilares más importantes de su vida. Si, es cierto que solo cuenta con tres obras, pero ¡qué tres obras!
Mochizuki comenzó sus andaduras como mangaka en 2004, cuando, gracias a un concurso, consiguió debutar como artista con un capítulo llamado “Pandora Hearts”. Antes de que os lo preguntéis, no, no tiene nada que ver con su obra homónima, aunque sí que fue la chispa que prendió la mecha. De hecho, esta pequeña historia se publicó, en España, en el tomo 8 de Pandora Hearts.
© 2006 Jun Mochizuki / SQUARE ENIX CO., LTD. All Rights Reserved
A esta obra le continuó, su única obra de un solo tomo Crimson-Shell que se publicó en la Gfantasy desde septiembre del 2005 hasta febrero del 2006. Ese mismo año, y en la misma revista empezaría la publicación del manga que hoy reseñamos y que cambió su vida para siempre. Como ya comenté, Pandora habitó las páginas de la Gfantasy durante 9 años. Y, al igual que con Pandora, una vez esta termina comenzó de nuevo su siguiente obra, Los Apuntes de Vanitas. En la actualidad, su última obra lleva ya 10 tomos recopilatorios, 9 en España, y un anime que de nuevo cuenta con 25 episodios.
En cuanto a las curiosidades que rodean a la autora podemos destacar dos. La primera es el porqué de publicar en la Gfantasy. Y es que, como la propia autora así desveló en una entrevista con el medio francés Planète BD, su máximo ejemplo a seguir es Hiromu Arakawa, autora de, entre otros, Fullmetal Alchemist. Como ella publicó en Square Enix Mochizuki quiso seguir sus pasos.
Y, la segunda curiosidad, como así nos muestra en su perfil de Norma Editorial, es una de las pocas artistas que sigue realizando sus mangas a mano. Por ello, en lugar de un ordenador sus herramientas son rotuladores Copic y acuarelas. Esto es claramente reconocible en las portadas de sus obras.
Recuerdos
La edición del manga de Pandora no destaca especialmente por nada. Como es habitual se trata de un formato rústico con sobrecubierta. Cada tomo incluye 328 páginas, de las cuales dos son a color y el resto en blanco y negro. Un detalle a destacar es que, debajo de cada una de las sobrecubiertas se encuentran diferentes gags cómicos.
Para poder analizar mejor la obra debemos tener en cuenta su época de publicación. Los mangas que dispongo son de la primera edición, por ende, del 2010. Es destacable como ninguno de ellos está amarillento, ni mucho menos. Doce años después siguen conservándose como el primer día. De esta primera edición hay dos elementos a destacar, uno, la página de pegatinas que se incluyó con el segundo volumen, y el segundo los cofres. La obra se divide en tres cofres, dos de 10 tomos y un tercero con los cuatro restantes. Todos ellos decorados con las portadas de los tomos que recogen.
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En el apartado de la traducción, Olinda Cordukes fue la encargada de adaptar la obra a nuestro país. No tengo ni una sola pega que poner en este apartado. Aunque sí que es cierto que resulta gracioso ver como cambia el vocabulario en apenas una década. Algunas de las expresiones llevaba bastante tiempo sin leerlas, ha sido nostálgico en cierta manera. De hecho, la única pega que puedo ponerle a esta obra en el apartado “nacional” es que, a día de hoy, hay tomos descatalogados. Viendo el boom de Vanitas, y teniendo en cuenta el aniversario, quizás sería esta una muy buena manera de darle un empujón de nuevo. Es un manga que pasa desapercibido en nuestro país pero, con un buen apoyo, volvería a sus días de gloria.
Maravilla
Soy una persona hiper simple, me pones un manga de corte victoriano y fantasía y te voy a decir que es lo mejor que he leído en mi vida. Y, a ver, me sigue gustando un poquito más Vanitas que Pandora (quizás más pronto que tarde me escuchéis hablar de ella) pero no voy a negar que he gozado de su lectura en todos y cada uno de los tomos. En el anime, hasta ese catastrófico final también.
Pandora juega a marear, pero no se pierde en ningún momento. En este sentido, y volviendo a las comparaciones, juega la misma liga que Black Butler. Al fin y al cabo son de la misma época y se nota (en el mejor de los sentidos). Tiene una infinidad de personajes, y da saltos entre mundo que, de no ser por su buen ritmo, podrían espantar a cualquiera.
© 2006 Jun Mochizuki / SQUARE ENIX CO., LTD. All Rights Reserved
Y, sin embargo, Mochizuki sabe a dónde va y por dónde ir para llegar. Un muy buen manga, una muy buena autora. Porque, si no lo digo reviento, pero es que Jun Mochizuki no ha hecho nada malo en su vida.
Lo bueno:
- Una obra terminada perfecta para los amantes de la época victoriana y la fantasía
- La trama no dejará de sorprender en ningún momento
- Personajes muy bien establecidos
Lo malo:
- Apenas se oye hablar de la obra
- Algunos tomos no se encuentran disponibles
Pandora Hearts
Bueno
Editorial: Norma Editorial
Formato: Rústica con sobrecubierta 11,5 x 17,5 cm
Tomos: 24 (Finalizada)
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