El final de la era de Windows 10 está a punto de llegar y los usuarios tienen dos opciones. La primera es cambiar de ordenador a uno que cumpla con los requisitos de Windows 11 o actualizar de forma gratuita.

Sin embargo, muchos no tienen la posibilidad de hacer la migración y deben recurrir a una instalación paga, lo cual podría ser otro problema. 

En el caso de que estés en una situación parecida o has tenido inconvenientes con la licencia del sistema operativo, no tienes que pensar en mudarte a Linux o macOS. Hay una mejor solución que se puede hacer con claves de instalación para resolver temporalmente la carencia de una activación.

¿Qué son y cómo funcionan las claves genéricas?

Las claves genéricas son un tipo de código que te da la posibilidad de usar el sistema operativo de manera temporal y sin pagar. En sí, es como una prueba limitada que se vence cada cierto tiempo.

Normalmente, son empleadas para realizar tests de programación, restauraciones rápidas del sistema o para cualquier problema que se presente.

Sin embargo, también tiene ciertas limitaciones al ser gratuita, como el hecho de que siempre muestra una marca de agua o que algunas funciones no se pueden usar como se haría en una licencia principal.

¿Es legal usar Windows con estas licencias gratuitas?

Tal vez te preguntes si utilizar claves de instalación es algo ilegal y la repuesta es no. De hecho, Microsoft se encarga de compartirlas desde su página oficial y también se pueden obtener como regalo de productos específicos. 

Por lo tanto, usar estas alternativas no infringe las normas y es completamente seguro. No obstante, hay situaciones que podrían terminar en una ruptura de las leyes.

Para ser más específicos, cuando finalice el periodo de prueba, se tiene que recurrir a la clave de producto principal. Si intentas buscar algún método para hacerla permanente o descargas versiones fraudulentas del sistema operativo, entonces estarías en serios problemas legales.

Cómo usar claves genéricas para activar Windows 11

El proceso depende de las circunstancias en las que te encuentres, ya sea que estés intentando instalar Windows 11 y no tengas una clave de producto o que ya tengas el sistema activo, pero con una licencia vencida o dañada por errores.

En la primera opción, es similar al proceso de instalación completa, por lo que tienes que descargar la ISO e integrarla a una unidad USB con Rufus para obtener el instalador. 

Desde la BIOS lo inicias y sigues los pasos hasta llegar al apartado de licencia, donde tienes que poner el código genérico para continuar.

La otra manera, si lo tienes ya en tu PC, pero no funciona, solo debes dirigirte a la Configuración>Sistema>Activación>Estado de Activación para activarlo. 

Después de que lo hagas y necesites utilizar otra clave de instalación o producto, ve a la misma dirección y elige Cambiar Clave de Producto.

Al llevar a cabo todos estos pasos, obtendrás la prueba gratis de Windows 11 para seguir aprovechando todas sus características.

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