Según los últimos datos, Bizum ha alcanzado la cifra de 25 millones de usuarios activos en España, lo que significa que más de la mitad de la población adulta del país ya utiliza este servicio. Con una media de 2,4 millones de bizums al día, esta herramienta se ha convertido en la forma amada por muchos para dividir gastos o hacer esa pequeña transferencia a un ser querido.

Sin embargo, se está dando un curioso fenómeno a nivel psicológico que ahora que lo vas a conocer seguro que te sientes identificado. 

Hace no mucho tiempo, invitar a una ronda de cervezas o pagar la cuenta de unos cafés entre amigos era un gesto de generosidad típicamente español. Pero parece que eso ya queda en el pasado. ¿El culpable? Bizum, que nos está convirtiendo en unos auténticos tacaños.

“La facilidad para saldar cuentas de inmediato hace que el concepto de “invitar” pierda peso, transformando la dinámica de las relaciones sociales y potenciando una cultura de cálculo más precisa, pero quizás menos flexible y altruista”, nos comenta en una entrevista para Computer Hoy Beatriz González, psicóloga y neuropsicóloga. Aunque también recalca que esto es “una generalización y depende de cada individuo”.

Bizum y el fin de la generosidad española: ¿Se está volviendo la sociedad una auténtica tacaña?

Estás en un bar con tus amigos, pidiendo unas cañas porque simplemente es viernes y queréis dar la bienvenida al fin de semana. Antes, alguien se ofrecía a pagar la ronda y ya está, todo arreglado. Ahora, nada más el camarero deja las bebidas en la mesa, ya hay uno sacando el móvil para hacer cuentas. “A ver, que cada caña son 2,80 euros. Venga, os mando un Bizum a cada uno”.

Esto, que hace unos años nos habría parecido de locos, se ha convertido en el pan nuestro de cada día. Y es que Bizum ha hecho tan fácil dividir gastos que nos estamos volviendo unos auténticos contables de hasta el último céntimo y no pasamos ni una si a alguien se le olvida hacer “el bizum”. ¿El resultado? Cada vez somos más tacaños y menos dados a invitar o a dejar pasar esos céntimos de diferencia.

“El lado positivo de esto es que estos pagos inmediatos aportan equidad y evitan malentendidos, pero como decía antes también puede afectar la percepción de generosidad dentro de los grupos. La tecnología no obliga a ser menos generoso, pero cambia las normas implícitas: al facilitar la división exacta, hace que compartir sin esperar nada a cambio sea menos común”, añade la experta.

Pero, ¿qué ha pasado con la generosidad? Según los expertos, este cambio tiene mucho que ver con la psicología y cómo se percibe el dinero en pleno 2025. Antes, cuando se pagaba en efectivo, era más fácil “redondear” o no darle importancia a pequeñas cantidades. Ahora, con Bizum, cada céntimo cuenta. Ver la cifra exacta en la pantalla del móvil, al final te hace más consciente del gasto y, por lo tanto, más tacaño.

Además, la facilidad de hacer pagos al momento ha eliminado ese pequeño hándicap que antes existía al tener que ir al cajero o llevar efectivo encima. Esto ha hecho que muchos sean más propensos a pedir que te devuelvan hasta el último céntimo.

Por supuesto, esta obsesión por dividir gastos al milímetro puede tener consecuencias en tus relaciones sociales. Discutir por quién debe pagar los 50 céntimos de diferencia en una cuenta o que incluso una amistad se enfríe porque alguien se niega a devolver esos tres euros de una cerveza de hace tres meses, es bastante extraño, pero ocurre.

Algunos argumentan que este cambio en la actitud española hacia el dinero es resultado de los problemas económicos que existen. Con sueldos no muy altos y el coste de vida por las nubes, cada euro cuenta. Sin embargo, otros ven en esto una simple excusa para ser más tacaños. Al fin y al cabo, ¿realmente te va a cambiar la vida ahorrarte esos 50 céntimos de la caña?

Parece que somos tacaños con los amigos, pero generosos con las ONG

Aunque resulta raro decir esto, no todo está perdido y, a pesar de esta tendencia hacia la tacañería, todavía hay esperanza para la generosidad española. Curiosamente, Bizum también está facilitando las donaciones a causas benéficas. Según los datos más recientes, en 2024 se recaudaron más de 20 millones de euros en donaciones a través de la app. 

Teniendo todo esto sobre la mesa, ¿supone esto el fin del altruismo español? Probablemente no, pero sí que se está ante un cambio importante, así que, la próxima vez que salgas con tus amigos, quizás quieras pensar dos veces antes de sacar el móvil para hacer cuentas. A veces, esos 50 céntimos pueden valer más en amistad que en tu cuenta bancaria.

A pesar de todo esto, no es oro todo lo que reluce y es algo que explica a la perfección la psicóloga: “Cuando usamos Bizum para pagar a amigos, hay una presión social implícita: si alguien adelanta un pago, existe la expectativa de reembolsarlo de inmediato. En cambio, las donaciones a ONG no tienen esa urgencia ni un recordatorio constante, por lo que no generan la misma respuesta automática”.

“En definitiva, no creo que se pueda decir que la sociedad española sea menos generosa, ya que como vemos, cada vez se involucra más en la aportación de fondos a causas solidarias… y de hecho Bizum es una herramienta que ha facilitado mucho estas donaciones. Lo que sucede, sin embargo, es que se han modificado ciertos comportamientos sociales en algunos aspectos”, finaliza.

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