No soy un monstruo – Ramen Para Dos

Teknalix enero 10, 2025 No hay comentarios

No soy un monstruo – Ramen Para Dos


© Kazuki Minamoto 2021

No soy un monstruo



En ocasiones aceptarse a uno mismo es todo un reto. Estás perdido. Sufres cambios. Las emociones te sobrepasan y no eres capaz de gestionarlas. La persona que te gusta resulta no ser como pensabas. Todo esto hace que la percepción de uno mismo pueda llegar a verse alterada porque, al final del día, somos seres humanos.

No soy un monstruo: La historia de un chico gay, de Kazuki Minamoto, nos presenta ese conflicto interno que, en ocasiones, puede llegar a afectar a la percepción que tenemos sobre nosotros mismos. Una historia única que nos enseña que ninguna cualidad física, orientación sexual o identidad de género nos convierte en monstruos.

© Kazuki Minamoto 2021

 

Y de golpe tienes la cabeza de Godzilla

Takashi Arashiro es un joven estudiante que sufre acoso diariamente en el instituto y, a raíz de ello, descubrirmos que también es homosexual. Por si esto fuera poco, el amor que siente por su profesor Kuroda no es correspondido y desea con todas sus fuerzas ser otra persona para que este le acepte tal y como es.

Sin embargo, la gota que colma el vaso es cuando descubre los prejuicios que Kuroda tiene sobre los gays. Es ahí cuando Takashi, carcomido por la culpa y el odio hacia sí mismo y la sociedad que lo rodea, acaba por transformarse en una criatura monstruosa. Es así cómo las emociones de este joven se convierten en el catalizador de una exploración personal y pone el foco de atención sobre el ostracismo que experimenta el colectivo LGTBQ+ en una sociedad como la japonesa.

© Kazuki Minamoto 2021

La trama se centra en tres personajes principales: Takashi Arashiro, Kuroda y Naruse.

En primer lugar tenemos a Arashiro, nuestro protagonista. La historia empieza con él después de haber sufrido un acto de acoso. Sentado en uno de los baños del colegio empieza a reflexionar sobre los últimos acontecimientos. Esto genera que él desee cambiar con todas sus fuerzas hasta el punto de acabar con la cabeza de un monstruo. A raíz de esto veremos como Arashiro empieza a reconocer libremente su sexualidad algo que lo hará conectar con más gente mientras busca “una solución” a su problema: la cabeza de monstruo. Sin embargo, esta cabeza le sirve como máscara en el sentido de que ya no se siente en la obligación de tener que fingir ser un alumno modelo que ocultaba el bullying con una sonrisa. Además, este cambio hará que su relación con Kuroda “se profundice”, al igual que su relación con Naruse.

Kuroda es el primer personaje que conocemos. Este primer contacto se produce en una conversación con otra profesora a la que le confiesa que no es homófobo “pero eso de que a un hombre le guste otro hombre no lo veo natural, no sé qué decirte. No me gustaría tener uno cerca, la verdad”. Una gran carta de presentación, si me lo preguntáis. Kuroda demostrará ser un personaje plano con muy pocas aspiraciones en la vida. Busca quedar bien y ser un ejemplo para su alumnado pero solo lo hace para evitarse problemas ya que, en el fondo, es un simplista de manual. La evolución de Kuroda en la obra será de cero, pero eso es algo que ya descubriréis al leer el manga.

La tercera pata de este banco es Naruse. Él es el acosador de Arashiro y puede que sea el personaje más complejo dentro de esta obra. En esta casa estamos en contra del acoso, pero Naruse es un personaje muy complejo y lleno de capas que aporta una gran riqueza a esta obra y al desarrollo de Arashiro. En un primer momento parecerá el típico acosador de barrio pero, a medida que avanza la trama se ve cómo carga con una gran montaña de complejos y presiones que lo hacen tomar decisiones erradas. Sin embargo, a raíz del cambio de Arashiro cambiará poco a poco hasta el punto de ser clave para el clímax de la historia.

Además, tal y como se deja entrever en el argumento de esta obra, el ser parte del colectivo LGTBQ+ es un aspecto clave en este manga. Hasta tal punto de que el mensaje final de esta obra está destinado a esas personas que forman parte del colectivo: descubrirse y aceptarse tal y como es cada uno. Nadie debería de sentirse avergonzado ni desear haber nacido de otra forma porque al final del día la única opinión que cuenta es la de uno mismo. Una obra que apela a la persona y ataca a la intolerancia de la sociedad, especialmente la japonesa.

© Kazuki Minamoto 2021

Simple, como el armario de donde sale el monstruo

El dibujo y el trazo del dibujo de Kazuki Minamoto en No soy un monstruo: La historia de un chico gay es sencillo. El principal motivo de esta decisión creo que es evidente: el mensaje pesa más que la estética. Los fondos de los paneles son simples, sin demasiada información, centrando al lector en el diálogo interno de Arashiro así como en las conversaciones que mantiene con otros personajes.

Sin embargo, me gustaría destacar la originalidad en el diseño de los monstruos porque, sorpresa, Arashiro no será el único “monstruo” que aparezca en esta historia. Cada una de esas cabezas es única y, a mi parecer, muestra cómo cada persona se percibe a sí misma. Unas cuenta con pinchos, como si fueran una defensa a las palabras hirientes que reciben. Sin embargo, otra tendrá una boca muy grande, boca por donde salían palabras para convencer a los demás y autoengañarse.

Aunque esto pueda parecer un punto en contra, ya que por lo general la riqueza del dibujo hace que el manga sea visualmente atrayente, creo que en este caso es una fortaleza. En un manga dirigido a esas personas que todavía no se aceptan a sí mismas. Esas personas no necesitan florituras. Necesitan un mensaje claro y contundente como el que da No soy un monstruo: La historia de un chico gay.

© Kazuki Minamoto 2021

El artista detrás de la obra

Kazuki Minamoto es un mangaka que debutó en la revista G-men y tuvo sus pinitos con historias TL para la Renai Love MAX. Además, es un autor que reconoció abiertamente ser homosexual y también ejerce como activista de los derechos LGBTQ+, algo que se puede apreciar en No soy un monstruo: La historia de un chico gay.

Además, este manga no es el único de Kazuki Minamoto que ha llegado a nuestro país. Minamoto cuenta con otras publicaciones en el mercado español, como Un jefe de cuento de hadas y su empleado ¿hetero?, un Bl de cuatro tomos que está siendo publicado por Kitsune Manga, y Un gay en la treintena ~Aceptando mi Disfunción Eréctil~, un manga de tomo único publicado por MangaLine Ediciones en 2023. Este último manga es un ensayo contiene la historia de Kazuki, el autor, a quien le diagnosticaron disfunción eréctil psicogénica, y los cuatro años de lucha contra ella, empezando por la negación inicial, su posterior enfrentamiento al problema y cómo llegó a aceptarlo.

© Kazuki Minamoto 2021

Un manga “little monster”

El 4 de abril de 2024 Distrito Manga trajo a las librerías españolas No soy un monstruo: La historia de un chico gay (Kaijuu ni Natta Gay). El manga escrito y dibujado por Kazuki Minamoto llegó en formato B6 (12,8 x 18 cm) en rústica de tapa blanda y con sobrecubierta en acabado mate. El tomo cuenta con 264 páginas en blanco y negro a un precio de 9,95€. Además es un tomo único autoconclusivo.

No soy un monstruo: La historia de un chico gay cuenta con una edición de gran calidad. La sobrecubierta es mate, y aunque el papel podría tener un gramaje superior, no llega a transparentar.. Además no presenta errores de tipo gramatical, de encolado o de guillotinado. Puede decirse que, en conjunto, es una buena edición, de un siete y medio sobre diez.

Un detalle que me gustó mucho fue el epílogo final de Kazuki Minamoto. Al principio puede parecer el típico epílogo clásico de agradecimiento y “no pensé que fuera capaz de hacerlo” pero, en la parte final, lanza un mensaje muy acorde con este manga. “Me gustaría decir a todas aquellas personas que han conseguido cambiar, a las que no han podido y a las que nunca les ha hecho falta… que vuestras vidas continúan”, escribe Minamoto. Puede parecer una tontería, pero es agradable ver que el autor es plenamente consciente del mensaje que quiere transmitir y que tiene en mente a esas personas a las que va dirigida la obra.

© Kazuki Minamoto 2021

Puede decirse más alto pero no más claro

No soy un monstruo: La historia de un chico gay es una obra única y me da un poco de pena que pase desapercibida. Es una obra con un mensaje muy claro destinado a un colectivo pero con la que también se pueden abrir miras. No es una historia que supera todos los problemas gracias al poder de la amistad entre los protagonistas. Es una historia que, quitando el tema de la cabeza monstruosa, es bastante realista. Un joven sufre bullying, los alumnos lo saben y no dicen nada, la víctima entra en una espiral de emociones negativas que lo llevan a un cambio que, en esta ocasión, es positivo. Sin embargo, en la realidad hay casos como este en los que la víctima acaba poniéndole fin a su propia vida por culpa del acoso, que en algunas ocasiones viene derivado por la orientación o identidad sexual del afectado.

No es una obra que pretenda entrarte por los ojos. Es un manga que quiere hacerte pensar. Quiere que pienses en como tratas y has tratado a los demás. Quiere que pienses si lo que dices a otras personas es sincero. Que pienses en tu entorno, en lo que tú harías en esa situación. Es un manga que busca hacerte pensar. Sin lugar a dudas No soy un monstruo: La historia de un chico gay es un manga que recomiendo encarecidamente, especialmente si necesitas un pequeño empujón para aceptarte.

Lo mejor:

  • Su mensaje.
  • La narrativa con ese toque fantástico.
  • La riqueza de personajes.

Lo Peor: