La inteligencia artificial sirve para muchas cosas. También para que las compañías sepan más de nosotros, poniendo en entredicho nuestra privacidad. Google va a emplear aprendizaje automático para determinar si una cuenta de Google pertenece, o no, a un menor de edad. Y esto es solo el principio.

Cuando creas una cuenta de Google tienes que poner tu edad, pero sabemos que mucha gente miente. Y la línea roja está en la mayoría de edad. Muchos menores se hacen pasar por adultos, y muchos adultos se hacen pasar por menores y, en ambos casos, hay implicaciones negativas.

Google usará aprendizaje automático para rastrear el comportamiento de los usuarios y, basándose en lo que hagan, intentará estimar su edad.

La IA quiere saberlo todo sobre ti

Según explica Google en su blog: “Este año empezaremos a probar en Estados Unidos un modelo de estimación de la edad basado en el aprendizaje automático”.

Y continúa: “Este modelo nos ayuda a estimar si un usuario es mayor o menor de 18 años para poder aplicar protecciones que ayuden a ofrecer experiencias más adecuadas a su edad. Con el tiempo, llevaremos esta tecnología a más países”

Lo que hará esta inteligencia artificial es rastrear los vídeos que el usuario ve, las webs que visita, las interacciones en foros y redes sociales, para determinar si una cuenta de usuario miente o no con respecto a su edad.

Google no ha explicado cómo lo hará, pero en teoría solo debería aplicar el aprendizaje automático cuando vea un comportamiento sospechoso. Por ejemplo, que una cuenta que se identifica como menor, pase demasiado tiempo viendo contenido de adulto.

No es algo nuevo, porque las compañías tecnológicas, más aún si tienen una plataforma de publicidad, llevan años catalogando a los usuarios basándose en los datos semianónimos que recopilan. Lo relevante aquí es el uso de la inteligencia artificial para esta tarea.

El aprendizaje automático puede hacer que la IA estime con más precisión la edad de los usuarios. Y aunque en el caso concreto de identificar menores de edad con cuentas falsas puede ser una adecuada aplicación, lo preocupante está en lo que Google no dice.

Porque esta misma tecnología puede usarse para asociar a una cuenta de Google, no solo la edad, sino otros datos como gustos personales, ideas políticas, compras, forma física, salud, y mucho más. Como digo, ya se hacía, pero ahora será mucho más preciso.

La nueva realidad de la inteligencia artificial, como un enemigo de la privacidad y el anonimato, ya está aquí. Puede aplicarse de forma aceptable, por ejemplo, para identificar cuentas de menores que se hacen pasar por adultos. Y también, muy, muy mal. El problema es que ya no podemos confiar en la ética de las grandes tecnológicas. Nos han mentido en demasiadas ocasiones.

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Etiquetas: Inteligencia artificial, Privacidad, Viral, Industria