Michael Crichton, el autor de Parque Jurásico, siempre fue un visionario. Muchos de sus libros, como Acoso, La amenaza de Andrómeda o Next fueron capaces de prever cómo sería la tecnología o la sociedad en el futuro, siendo también muy críticos con ciertas conductas e innovaciones. Pero lo que no todo el mundo sabe es también se adelantó a su tiempo en el cine.

Aunque conocido principalmente por su labor de novelista y productor, Crichton también tuvo ocasión de ponerse detrás de las cámaras en algunas ocasiones. 

Y siempre con un tema de máxima actualidad a día de hoy: máquinas que, por una razón u otra, se rebelaban al control del ser humano. Así lo demostró un film injustamente infravalorado que se estrenó en 1984. 

Michael Crichton y las máquinas fuera de control

La película en cuestión fue Runaway: Brigada especial, una producción de ciencia ficción que, en muchos sentidos, se adelantó a su tiempo. De hecho, el film presentaba un mundo, puramente fantástico, a mediados de los años 80, que hoy sí ha logrado convertirse en realidad. En él, los robots llevaban a cabo muchas tareas cotidianas ayudados de la inteligencia artificial.

Resulta sorprendente, viéndolo con retrospectiva, cómo Crichton, que también se encargó del guion de la cinta, acertó en detalles muy específicos. Las balas teledirigidas, robots autónomos o drones de combate de la película no solo son una realidad hoy en día, sino que sus diseños son llamativamente parecidos. Lo mismo que muchos de los riesgos que el autor ya señaló entonces.

La historia de Runaway, de hecho, se ambientaba en una sociedad futurista donde los robots se encargaban de tareas cotidianas, desde el mantenimiento del hogar hasta la seguridad. Sin embargo, cuando algunos de estos dispositivos comienzan a fallar de manera misteriosa, el oficial de policía Jack Ramsay (Tom Selleck) y su compañera deben investigar qué está ocurriendo.

Pronto descubren que un genio criminal, el doctor Charles Luther ha desarrollado chips que convierten a los robots en máquinas asesinas. Por si fuera poco, el villano en cuestión estaba interpretado por el músico de rock Gene Simmons, de Kiss, que por aquel entonces estaba haciendo sus pinitos en Hollywood, y que abandonó el bajo y el maquillaje para ponerse delante de las cámaras. 

Un film muy innovador… que no tuvo el éxito esperado

A pesar de que Runaway fue una película interesante, aunque solo fuese por lo visionaria que resultó en muchos aspectos, nunca alcanzó una gran popularidad. Algunos lo achacaron a que ese mismo año también se estrenó Terminator, que revolucionó el género de la ciencia ficción. O a que el público no estaba muy familiarizado con sus premisas. 

Pero aún así resulta extraño, ya que en aquellos años el actor Tom Selleck (quien casi llegara a interpretar a Indiana Jones pocos años antes), gozaba de una gran popularidad. Con todo, película costó 8 millones de dólares, pero solo fue capaz de recaudar algo más de 6 y medio en taquilla. Hoy en día, para muchos, casi una cinta de culto. 

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Etiquetas: Películas, Cine