Con más de 3 décadas a su espalda, Doom continúa siendo probablemente el videojuego más importante de la historia, al menos en el terreno de los títulos de disparos en primera persona, también conocidos como FPS.

Lanzado el 10 de diciembre de 1993, pronto conquistó a los fanáticos de los videojuegos, gracias a importantes novedades en lo referente a gráficos 3D, una idea que llevaban tiempo planificando sus creadores y que se plasmó en el juego Wolfenstein 3D, publicado el año anterior.

Este es considerado el primer shooter en primera persona de toda la historia, y supuso un impulso necesario para los desarrolladores, John Carmack y John Romero, a quienes Nintendo había rechazado previamente, y por lo cual decidieron seguir su propio camino.

Esta estrategia les sirvió para introducirse en un nuevo motor gráfico que revolucionó la industria con id Software, la compañía encargada del desarrollo de Doom, que significa literalmente perdición en español.

Gracias a la pasión de sus creadores por la programación, decidieron liberar el código fuente a finales de 1997 de forma totalmente gratuita, para que cualquier persona con conocimientos pudiera modificarlo y jugarlo allá donde quisiera.

Desde entonces, la comunidad de Doom es una de las más extensas en el mundo de los videojuegos, y este título se ha jugado en dispositivos tan curiosos como un test de embarazo.

Los WADs, el motivo por el que ‘Doom’ es eterno

El formato WAD hace referencia al acrónimo de Where’s All the Data, que se traduce al español como “¿Dónde están todos los datos?”. Desde su creación, Doom ha mantenido este tipo de formato, y podría compararse con los denominados mods.

Estos permiten agregar nuevas funciones y un conjunto prácticamente infinito de herramientas al videojuego, siendo la imaginación de los desarrolladores la única barrera.

Algunos de los WADs más populares han sido Brutal Doom o Golden Souls, además de otros más recientes como MyHouse.wad, un mapa de Doom II creado por Steve Nelson, y que impresionó incluso a John Romero, quien lo jugó durante un directo en Twitch.

Curiosamente, este tipo de formato también se usa para diferentes canales en la Wii de Nintendo, además de que los WAD suelen pesar aproximadamente unos 20 megabytes, por lo que son capaces de correr prácticamente en cualquier dispositivo, si se tienen los conocimientos necesarios.

A lo largo de los años, la imaginación desbordada de la comunidad en torno a la franquicia de Doom ha logrado que este videojuego pueda ser jugado en aparatos de todo tipo, siendo un test de embarazo una de las más curiosas.

Esta hazaña se debe al usuario Foone, que modificó la pantalla LED del dispositivo por una OLED, además de la memoria, con lo cual solo mantuvo el diseño del test de embarazo. Dicho esto, ya es una odisea que Doom pueda correr en este dispositivo.

Otros usuarios también han podido lanzar el videojuego en aparatos tan aleatorios como un piano digital, que permitía controlar al protagonista desde las mismas teclas de este.

Además de instrumentos musicales o test de embarazo, hay quienes han logrado incluso ejecutarlo y jugarlo –no de la forma más cómoda– en impresoras, osciloscopios, microondas, relojes inteligentes e incluso en una Thermomix.

En este ejemplo concreto, el desarrollador agregó un SoC de MediaTek, instaló Android como si de una tablet se tratara y acudió a la Play Store de Google para descargar FreeDoom y, posteriormente, obtener el archivo WAD original del videojuego.

Básicamente, el único requisito imprescindible es que el dispositivo cuente con una pantalla y algún método de control, ya que la idea original de los creadores era permitir que todo el mundo pudiera jugarlo en cualquier lugar.

En definitiva, este método de apertura al público logró que Doom fuera eterno y que, tras más de 30 años de vida, aún haya usuarios que continúan llevando este título a su máxima expresión, con mods más que cuidados y que siguen enganchando a jugadores de todas las generaciones.

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Etiquetas: Videojuegos, Curiosidades, Software