Crítica de Dragon Ball Daima

Teknalix enero 21, 2025 No hay comentarios

Crítica de Dragon Ball Daima


©BIRD STUDIO/SHUEISHA, TOEI ANIMATION

Dragon Ball Daima



Dragon Ball es sin ninguna duda una de las franquicias japonesas más populares en España. Ese puesto se lo ha ganado por méritos propios cocinándose a fuego lento desde hace casi 40 años. Pero que una obra sea tremendamente popular tiene sus pros y sus contras, y es que es inevitable exprimir a la gallina de los huevos de oro hasta que no pueda más. Es por esto que en esta ocasión vamos a explicar qué nos ha parecido la última incursión (por ahora) de la franquicia en la pequeña pantalla con Dragon Ball Daima.

Como ir sembrando el camino

Corría octubre de 2023, cuando en la Comic Con de Nueva York en el panel de Toei Animation se anunció un nuevo proyecto animado titulado Dragon Ball Daima. En el evento se mostró un teaser donde se veía a Goku, Vegeta y Bulma con aspecto de niños y se desveló que la serie se estrenaría en otoño de 2024, coincidiendo con el 40 aniversario de la primera aparición del manga. Las buenas noticias eran que Akira Toriyama estaría involucrado en el proyecto y poco a poco se irían desvelando más detalles al respecto.

A priori, lo primero que se nos vino a la cabeza fue la misma idea base que en la secuela animada del año 1996, Dragon Ball GT. La premisa era continuar las aventuras del protagonista convirtiéndole en niño mediante las bolas de dragón. En la saga que nos trata ahora, la premisa principal no solo transforma a Goku en niño, sino a todo su séquito.

Las imágenes, tráileres, responsables detrás del proyecto y demás goteo de información habitual. Esto siempre crea unas especulaciones y expectativas en el consumidor que solamente puede resolverse una vez que se está ante el resultado final y por fin se puede juzgar por sí mismo. Pues bien, ya llegados a 2024 y en la temporada de otoño, en España se puede disfrutar cada sábado de un nuevo episodio semanal de Dragon Ball Daima en Anime Box y Crunchyroll. Y una semana más tarde en Netflix. Personalmente, yo estoy visionando la serie en esta última plataforma y a fecha de escribir estas líneas, voy al día con diez episodios emitidos en la gran N por ahora. Creo que ya es suficiente para formarse una primera impresión de la serie y poder compartirla con vosotros, avezados lectores.

©BIRD STUDIO/SHUEISHA, TOEI ANIMATION

Se me llevan los demonios

Pero lo primero de todo es hablar del argumento, que es lo que realmente nos interesa más allá del salseo que hay alrededor. La trama se inicia entre la derrota de Boo en Dragon Ball Z y el comienzo de Dragon Ball Super. Tras la muerte de Dabra, el rey de los demonios a manos de Boo, se produce un vacío de poder en el mundo demoníaco. Éste es ocupado por el autoproclamado Rey Gomah y sus secuaces. Este nuevo enemigo mantiene un misterioso plan para extender su poder más allá del mundo demoníaco, pero para ello, prefiere quitarse de en medio posibles obstáculos. Es por esto que viaja a la Tierra, obtiene las bolas de dragón, y pide el deseo de que Goku y sus amigos se conviertan en niños para así no suponer una amenaza para sus planes. Inmediatamente después, regresa a su hogar secuestrando a Dende para evitar que el saiyan reúna las bolas de dragón y revierta el hechizo.

Grosso modo, ya tenemos el problema, la presentación del villano (que aparentemente no es especialmente fuerte) y el motor de arranque para que Goku viaje a otro territorio inexplorado y se inicie la aventura. No voy a desvelar mucho más de la trama para evitar pisar el terreno de los spoilers.

El leitmotiv de un Goku regresando a la infancia y explorando mundos nunca antes vistos es común al de Dragon Ball GT en esencia. Y esto es una reminiscencia que a priori no me agrada nada. Más que nada porque estamos ante un terreno ya explorado y exime de visitar nuevos argumentos donde la originalidad brille. Por otro lado, es cierto que se hace un esfuerzo por unir esta nueva saga con el lore de los demonios que apareció en el arco de Majin Boo, cosa que aprecio, al menos, por el esfuerzo. Aunque el mundo demoníaco ya se ha podido explorar tangencialmente en la historia alternativa de Dragon Ball Heroes. Eso sí, con una calidad más que cuestionable.

©BIRD STUDIO/SHUEISHA, TOEI ANIMATION

Lo que sí que no se puede negar, es que Toei está inflando de información el lore de esta nueva saga. Han otorgado un origen demoníaco a todas las criaturas con orejas puntiagudas, nos han enseñado unas nuevas bolas de dragón, mediante retro-continuidad somos testigos de hechos que suceden en paralelo a la incursión de Majin Boo en la Tierra. Todo esto se suma a un gran número de naves, objetos, gadgets y cómo no, nuevos personajes.

Es aquí, con los personajes secundarios de nueva aparición con los que tengo un problema. Los que podríamos denominar como “del lado del bien”, me parece que tienen una ausencia total de carisma. Glorio, el secundario principal, no solo me parece un personaje insípido, sino que su diseño es tan básico como su repertorio de ataques y la nula expresividad que ha mostrado en los diez primeros episodios de la serie. Panzy, otra secundaria que ayuda a Goku y compañía, se hace demasiado cargante y luce habilidades que ya podemos apreciar en secundarios clásicos con mayor personalidad.

Con los villanos pasa tres cuartas partes de lo mismo. Al menos el Rey Gomah tiene un diseño un poco más curioso, aunque aún no le hemos visto actuar apenas. Este es otro de los puntos débiles de la serie, y es que en un anime de acción debe de haber peleas y rivales poderosos y tenemos que esperar al décimo episodio para poder vislumbrar al primer rival que podría suponer una amenaza medio seria para Goku. Aunque las breves escenas de acción están muy bien animadas y los directores tienen un poco más tino para mover la cámara alrededor de los luchadores, las peleas son francamente cortas. Tampoco da nunca la sensación de que ningún rival pueda hacerle frente a Goku, que es (por ahora) el único personaje que lucha en la serie. Y eso que no será por expertos en el combate que habitan en el universo de Dragon Ball. De hecho, Vegeta y Piccolo, que andan por ahí, poco a poco se acercan a terrenos donde podrían usar sus habilidades. Pero por ahora nada de nada. Ni siquiera Goku se ha transformado seriamente en Super Saiyan. Solo en un par de momentos puntuales y sin despeinarse.

La animación está muy lograda. Las escenas de acción están por encima de la media en cuanto a calidad frente a otras sagas de la franquicia Dragon Ball. El nuevo universo que se nos muestra con este Reino Demoníaco derrocha luz, color y paisajes muy videojueguiles llenos de terrenos flotantes por los que ir saltando de un lugar a otro, vacíos sin fin y espacios de agua con peligrosas criaturas (¿a alguien más le han recordado al Zelda Skyward Sword?). El toque de CGI que se utiliza en ocasiones para alguna nave o efecto de luz no molesta en absoluto. Y varios de los diseños de personajes son directamente obra del finado Akira Toriyama, nos guste o no. La verdad es que no puedo poner muchas pegas en este aspecto.

©BIRD STUDIO/SHUEISHA, TOEI ANIMATION

 

Los auténticos saiyans

Evidentemente, esta nueva serie viene derivada de la obra principal de Akira Toriyama, que estuvo bastante implicado en este nuevo proyecto aportando ideas y algunos diseños de personajes. El otro principal artífice del diseño de personajes es Katsuyoshi Nakatsuru. Un viejo conocido de la franquicia que ha trabajado en varias de las películas de Dragon Ball y en varios episodios de Dragon Ball GT (su mejor trabajo es sin duda el especial de televisión de Bardock, el padre de Goku). Su estilo ha ido evolucionando al igual que el del maestro Toriyama, proporcionando a esta serie un arte propio y evidentemente diferente al resto de productos animados de la franquicia.

La serie no ha sido aún doblada al castellano. En las tres plataformas que se emite el audio es en japonés con subtítulos en castellano. Los actores y actrices de doblaje son prácticamente los mismos que en Dragon Ball Z, GT y Super. Así que no seré yo el que le ponga ninguna pega a Masako Nozawa, que a sus 88 años hace un trabajo más que excelente poniendo su eterna voz a Goku, pero desde el corazón, le recomiendo que se jubile ya más que nada por ella, que ya ha trabajado lo suyo. Es verdad que con otros personajes se hace raro escucharles con el mismo seiyuu que tienen cuando son adultos intentando poner la voz de infante cuando son niños. Y sí, lo digo por Yudai Mino, la voz de Vegeta, y Tomohiro Yamaguchi, la voz de Piccolo.

En cuanto a la música, los scores ni chirrían ni destacan. Lejos quedaron esos leitmotiv de Dragon Ball Z o incluso de Super que luego resonaban en nuestras cabezas y que directamente asociábamos a momentos épicos de la serie. Aquí en Dragon Ball Daima, la música de fondo es mediocre en el buen sentido de la palabra. El opening de C&K y Zedd Jaka Jaan sí que tiene una melodía bastante pegadiza, pero al igual que la serie, huye de la acción y de la estridencia, transportándonos a un apacible viaje a través de otros mundos sin muchos sobresaltos. Para todos aquellos espectadores que corran a pulsar el mando para que la plataforma de streaming no le salte con otro episodio o serie relacionada y quieran ver el ending, podrán ver y escuchar Nakama de AI, con homenaje incluido a Akira Toriyama, aunque tampoco es un tema nada espectacular.

©BIRD STUDIO/SHUEISHA, TOEI ANIMATION

Conclusión

Es un tópico decir que un nuevo producto de una franquicia está recomendado para aquellos que ya son seguidores de dicha franquicia, pero es que el seguidor completista es lo que tiene (ojo, que yo me incluyo en este grupo). Más allá de este cliché, Dragon Ball Daima, al igual que pasó con Dragon Ball GT, está enfocado a un público infantil. Este movimiento entiendo que pretende enganchar a la franquicia a nuevas generaciones, pero con un estilo y unos contenidos apropiados a esta época, difiriendo enormemente de los temas y las formas de tratarlos que había en el siglo pasado.

Si bien es cierto que Toei va de cara a la hora de intentar captar nuevos fieles para la religión dragonbolera, es una tremenda pifia que el producto no se encuentre doblado al castellano (o a la lengua de la comunidad autónoma pertinente) y que se escape del mayor sector de la población para la que está dirigido principalmente. Aun así, es cuestión de tiempo que este producto se doble, no me cabe la menor duda.

Voy a recalcar el aumento de calidad en cuanto a animación, color, coreografías en las peleas (gracias Dende por devolverle el bastón mágico a Goku). Así como el increíble aumento de lore que bien podría pertenecer a un videojuego de la franquicia. Ardo en deseos de ver a dónde nos lleva todo esto. También espero con ansias que la acción termine de arrancar y que podamos disfrutar pronto de buenas raciones de kame hames, transformaciones y de ver a nuestro protagonista contra las cuerdas para que así las victorias sean más satisfactorias.

Lo mejor

  • La animación.
  • Los combates.
  • La expansión del universo.

Lo peor

  • La falta de carisma de los nuevos personajes.
  • Falta un villano que suponga una amenaza (por ahora).
  • Muy poca acción.

 


Dragon Ball Daima



Flojo


Staff: Yoshitaka Yashima y Aya Komaki Akira Toriyama Katsuyoshi Nakatsuru Yuko Kakihara, Yoshitaka Yashima, y Aya Komaki

Estudio: Toei Animation

Año: 2024

Tipo: Serie TV animación

Duración: