Da la impresión de que Sam Altman y la inteligencia artificial siempre van unidos, incluso cuando este no está directamente relacionado con un suceso excepcional. En realidad, todo ha pasado en la India, un país que no suele caracterizarse precisamente por lo desarrollado de sus condiciones laborales. Pero incluso así, lo sucedido ha despertado polémica e indignación. 

Más que nada porque, como algunos ya temían que podía llegar a suceder, una empresa ha utilizado las posibilidades de la IA para vigilar sus empleados. Una práctica que en muchos sentidos recuerda a clásicos de la ciencia ficción como 1984, de George Orwell, y que ha vuelto a poner sobre la mesa una pregunta recurrente en la actualidad: ¿dónde están los límites de la tecnología?

La IA vuelve a estar en el centro de la polémica

Es complicado que transcurra un solo día sin que la inteligencia artificial protagonice una nueva controversia. Cuando no es por unas declaraciones de Sam Altman hablando de escenarios apocalípticos o búnkeres especiales, es porque algún experto reconoce abiertamente sus peligros. Pero lo cierto es que no resulta necesario irse al futuro para temer a la IA, ya se están dando episodios complicados.

Mucho se ha hablado, sin ir más lejos, del impacto que esta tecnología va a tener más pronto que tarde en el mundo laboral. ¿Dejará a miles o millones empleados sin trabajo? Algunos especialistas como Elon Musk no ven en ello un problema, pero otros sí consideran que la mano de obra humana quedará poco menos que obsoleta, y que esto provocará más desigualdades sociales.

En este caso, la polémica ha surgido a raíz de un vídeo protagonizado por Optifye.ai, una startup que utilizaba inteligencia artificial para monitorear la productividad de los empleados en fábricas. Por si fuera poco, uno de los supervisores de la compañía se grabó mientras utilizaba la aplicación. Al final, el vídeo ha terminado por dar la vuelta al mundo y volverse totalmente viral.

Muchos han aprovechado las redes sociales para condenar el comportamiento de la empresa, y asegurar que se trata de una forma de actuar deshumanizante y que no puede consentirse. Y muchos han recordado clásicos de la literatura como 1984, y su mítico Gran Hermano, para buscar una analogía adecuada. Tanto fue así, que Optifye.ai terminó por borrar el vídeo y cerrar sus redes sociales.

¿Y qué pinta Sam Altman en todo esto?

Viendo lo sucedido, es natural que mucha gente se lamente de la forma en la que, al menos en la India, algunas empresas utilizan las redes sociales. Sobre todo porque Optifye.ai no es cualquier empresa. La compañía contaba con el respaldo de Y Combinator, una de las aceleradoras de startups más influyentes del mundo.

Y es ahí donde entra la figura de Sam Altman, puesto que el fundador de OpenAI fue también presidente de Y Combinator durante años. Así que parece que, allí donde surge un escándalo relacionado con la IA, el CEO de OpenAI está presente. Algo que, como principal responsable de esta tecnología, tiene sentido, la verdad. 

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Etiquetas: Inteligencia artificial