Una colonia de castores se ha hecho muy popular en la República Checa, por acondicionar un humedal en dos días que el gobierno local llevaba planificando siete años. Y lo mejor de todo, lo han hecho gratis.

La curiosa historia ha tenido lugar en la administración de Brdy, en Chequia. El ayuntamiento llevaba casi una década intentando rehabilitar unos humedales que se estaba secando porque los militares, dueños del terreno, habían abierto nuevos pasos que habían desviado el agua.

En estos humedales viven peces y ranas de especies protegidas, pero como ocurre casi siempre, la burocracia y las disputas por la propiedad del terreno, habían retrasado más de siete años la construcción de varias pequeñas presas.

Los castores hacen el trabajo que los políticos no saben hacer

Según explica el medio local Radio Prague International, el gobierno regional ya había presupuestado 30 millones de coronas checas, 1,2 millones de euros, para construir varias pequeñas presas en el río Vitava con las que retener parte del agua, y así salvar los humedales.

La Dirección Forestal Militar y la cuenca del Moldava estaban negociando entre sí para poner en marcha el proyecto y abordar las cuestiones relativas a la propiedad de la tierra. Lo de siempre: “este trozo de tierra me pertenece a mí y no a tí”, “esta parte la tienes que pagar tú y no yo”, etc.

Pero todo cambió a finales de enero, cuando un grupo de castores llegó al humedal, a través del río.

Sin preocuparse por quién es el dueño del terreno, o quién pagará la obras, los castores se pusieron a construir las presas, y en dos días habían terminado lo que los humanos llevaban años planificando. Y completamente gratis.

Lo más asombroso, o no, porque los castores son unos maestros en lo suyo, es que las presas están colocadas en los lugares exactos para retener el agua y salvar el humedal.

“Los castores siempre saben lo que hacen. Siempre eligen bien los lugares donde construyen las presas, mejor que cuando las diseñamos sobre el papel”, reconoce Jaroslav Obermajer, jefe de la oficina de Bohemia Central de la Agencia Checa de Protección de la Naturaleza y el Paisaje (AOPK).

En la imagen anterior puedes ver una de las pequeñas presas que construyeron los castores. Retiene el agua formando pequeñas charcas en donde los peces y las ranas pueden sobrevivir.

Las autoridades están contentas porque se han ahorrado 1,2 millones de euros. Pero como es fácil imaginar, las burlas y los reproches en las redes sociales checas han sido abundantes.

Un grupo de castores construyó en dos días una presa que los humanos llevaban siete años planificando. Una vez más, la Naturaleza nos da una lección de eficacia y pragmatismo. Así se hacen las cosas.

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