Existe la creencia popular de que la lluvia y el mal tiempo en general pueden influir en la calidad de la conexión a Internet. Si hay tormenta, ¿es cierto que puede funcionar peor cuando navegas por la red? En realidad, como suele ocurrir en todos estos casos, la respuesta no es sencilla, sino que más bien puede depender de múltiples factores, comenzando por la tecnología que se use.

Sin embargo, no es algo tan común como se suele pensar por regla general. O dicho de otra forma: la mayoría de las veces, el hecho de que una conexión resulte más o menos fluida probablemente no esté relacionado con lo que suceda fuera. ¿Hay excepciones? Desde luego que sí, y también es interesante ver qué puede suceder en cada uno de los casos concretos. 

¿Afecta la lluvia a la conexión a Internet?

En el caso de todos aquellos usuarios que utilizan datos móviles o WiFi en casa, tal y como señalan los expertos, lo más normal es que el clima no influya directamente en la conexión a Internet. Al menos, no demasiado. No obstante, hay algunas excepciones, por ejemplo, en lo que tiene que ver con la humedad. Si esta es muy alta, podría llegar a afectar a las ondas que transmiten la señal en casa.

Cuando se habla concretamente de telefonía móvil, también hay que tener en cuenta que las tormentas eléctricas, si estas son realmente fuertes, o grandes acumulaciones de nieve, pueden afectar también a la señal. Aunque para ser precisos, es importante recalcar que esto suele ser más frecuente en áreas rurales con menos infraestructura de antenas que en las grandes ciudades. 

Algo diferentes, es cierto, sucedería en el caso de utilizar Internet por satélite, ya que ahí el clima sí acostumbra a tener un impacto mayor en la calidad de tu conexión. Este tipo de servicio depende de la transmisión de señales entre una antena parabólica y un satélite en órbita. Por ello es más factible que la lluvia, tormentas eléctricas o la propia lleguen a interferir en la señal.

Por su parte, en las conexiones por cable coaxial o fibra óptica, el impacto del clima suele ser menor. Estos sistemas utilizan cables subterráneos o postes para transportar datos, por lo que no dependen de la transmisión inalámbrica como el satélite. ¿Puede afectar el mal tiempo? Sí, pero tendríamos que hablar de tormentas realmente fuertes o de vientos más bien huracanados. 

Las recomendaciones de los expertos

Muchas veces, los expertos coinciden en que es peor para el funcionamiento de Internet el calor que la lluvia. Sobre todo, si las temperaturas son especialmente altas y el rúter corre peligro de sobrecalentarse. 

Por eso, lo más aconsejable pasa siempre por ubicar estos aparatos en lugares elevados, que no resulten húmedos ni estén directamente expuestos al sol, y a poder ser se hallen más o menos centrados. De esta forma, el mal tiempo puede influir en algunas situaciones, pero no debería de ser lo más habitual del mundo, ni mucho menos. 

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Etiquetas: WiFi