En Computer Hoy analizamos muchísimos móviles y auriculares, una combinación que va prácticamente de la mano. Y el problema de pasar entre móviles Android y iPhone es que necesitas unos auriculares que funcionen bien independientemente de la marca o sistema operativo. Por eso, al final, siempre acabo usando dos de mis auriculares favoritos.

Se trata de los Nothing Ear, la última versión de auriculares in-ear de la marca londinense creada por Carl Pei, y los Sony WH-1000XM5, en formato over-ear de la marca japonesa, que son, para mí, los mejores de este tipo en el mercado.

Son dos auriculares que uso dependiendo del momento, y aunque pueda parecer raro, además, tengo unos AirPods Pro de primera generación que cada vez utilizo menos porque tienen puerto Lightning.

Sony WH-1000XM5: over-ear por comodidad y autonomía

Existen tres razones de peso de por qué creo que los Sony WH-1000XM5 son, para mí, los mejores de este formato over-ear.

La calidad de sonido es buenísima, incluso cuando los usas con plataformas de streaming de baja calidad de audio como Spotify. Pero también utilizándolos con servicios como Apple Music o cualquiera que ofrezca algo más allá de calidad CD.

La cancelación de ruido es una de las mejores del mercado. Se apoya muchísimo en un buen diseño que cancela el ruido de forma pasiva, pero también por unos algoritmos que están muy por encima de la media del mercado.

Su autonomía es perfecta para usar tanto en casa, como de viajes. Con una autonomía de 30 horas cuando los compras, que irá decreciendo según pasen los años –como cualquier otro producto con batería–, pero que aún me ofrece un uso continuo durante toda una jornada o un viaje muy largo.

Dicen los rumores que este año Sony lanzará los WH-1000XM6, pero yo me los compré de segunda mano en Amazon y te recomiendo hagas lo mismo porque, aunque acaben siendo de la generación anterior, te funcionarán muy bien durante años.

Nothing Ear: buen sonido y diseño para el día a día

Para el día a día mi apuesta son los Nothing Ear, unos auriculares in-ear que todavía me cuesta creer que sean tan buenos por el precio al que se venden, menos de 100 euros.

Los Nothing Ear tienen bastantes bondades, siendo una buena calidad de audio una de las principales, aunque le acompaña una buena calidad de cancelación de ruido activa. Si bien es cierto que no es la mejor –aquí sigo creyendo que Huawei o Apple siguen haciéndolo mejor– es más que suficiente como para no escuchar a las personas de tu alrededor o los ruidos de una ciudad.

No me escondo, el diseño es en gran parte una de las mejores cosas de los Nothing Ear. La empresa londinense mantiene ese sello de identidad que son las transparencias. Y es que aun siendo suficientemente sencillos como para pasar desapercibidos, si conoces la marca, sabes perfectamente que estás viendo unos Nothing Ear.

Lo único que le puedo echar en cara es que la caja de carga es bastante grande teniendo en cuenta la competencia. No es que sea enorme, pero podría ser más compacta, por lo menos como la de los Nothing Ear (a).

¿Por qué no unos AirPods?

Cuento en mi armamento de auriculares con unos AirPods Pro de primera generación. Todavía funcionan bien aun teniendo en cuenta que me los compré hace años. Se nota que la batería ya no es lo mismo y con algunas actualizaciones he notado una bajada de calidad de la cancelación de ruido. Pero en sí, siguen funcionando correctamente.

Mi problema con los AirPods es que, pese a que funcionan perfectamente con cualquier dispositivo con Bluetooth, la falta de tener una aplicación donde poder ajustar sus detalles en Android, es para mí un punto en su contra.

Por no hablar del puerto Lightning, que si bien ya existen los AirPods Pro de segunda generación con USB-C, se ha convertido en una molestia llevar uno de sus cables para únicamente utilizarlo en unos auriculares.

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Etiquetas: Sony, Auriculares